Crítica: Durarara!

Tras otro parón importante, vuelven las críticas de anime al blog. Esperamos que a partir de ahora las publiquemos con más frecuencia. Hoy le toca el turno a una de las series que cosechó más éxito durante la temporada invernal de anime 2009/2010, Durarara!.

Durarara!, fueron originalmente una serie de novelas ligeras, con el guión de Ryohgo Narita (también conocido por Baccano!) y Suzuhito Yasuda como ilustrador, y se han escrito hasta 7 volúmenes a día de hoy. Su salto al manga fue en 2009 en las páginas de la Shonen Gangan, para finalmente ser adaptada al anime.

El estudio Brain Base (conocido por Natsume Yūjin-Chō, Baccano o Akikan!, entre otras) fue el encargado de esta adaptación, bajo la dirección de Takahiro Omori y en los diseños, repetiría Suzuhito Yasuda. Se estrenó en Japón en enero de 2010. Esta primera temporada consta de 24 capítulos, aunque todo apunta que posiblemente haya una segunda, pero sin ningún tipo de información en cuanto a plazos se refiere.

La trama se inicia presentándonos a Mikado Ryügamine y Masaomi Kida, amigos de la infancia que tras mucho tiempo sin verse, se reencuentran en Ikebukuro, tras que Mikado tomase la decisión de abandonar su pueblo para irse a estudiar a la gran ciudad. Debido al carácter ingénuo, y el desconocimiento total de la urbe por parte de Mikado, Masaomi le advertirá de una serie de cosas que deberá evitar a toda costa: a la banda callejera conocida como los “Dollars”; a Shizuo Heiwajima (un camarero loco de fuerza sobrehumana y gran influencia en la calle), a Izaya Orihara (otro tipo influyente que se considera traficante de información) o incluso a una leyenda urbana muy respetada y temida en las calles: la motorista sin cabeza.

También le hace hincapié en la historia de las bandas callejeras de la ciudad, conocidas como las "bandas de colores", y cuenta un poco la evolución de estas hasta el día de hoy. Con todas estas cartas sobre la mesa empieza a desarrollarse esta historia.

Hacer una valoración exacta de esta serie, aunque no lo parezca se hace una tarea difícil. Todo empieza presentando a una gran cantidad de personajes, y colocándoles en una trama francamente liosa al principio; pero haciéndose totalmente comprensible al espectador, ya que está muy bien narrada, según esta va avanzando.
La disparidad de la misma y de sus personajes (hay para todos los gustos y es difícil que no te identifíques con alguno) es un punto muy llamativo a su favor, al ver como se mezclan de una manera homogénea en la historia. No estamos hablando de una simple guerra de bandas con tintes mafiosos, sino que las gotas variadas de fantasía que tiene esta historia la hace muy interesante, a pesar de que al principio descoloque a todo el mundo. Aunque quizá es posible que 24 episodios sean excesivos para lo que la historia da de sí.

A pesar de que la historia acaba enganchándote capítulo a capítulo, por la información que progresivamente esta va dando a conocer, tras verla te quedas un poco con cara de incredulidad, y te pasa por la mente la frase “¿al final tanta movida para esto?”.

En cuanto al apartado técnico, no vas a ver nada que no hayas visto antes. La animación no es innovadora, pero si es cierto que los escenarios están muy bien recreados, y que las escenas de acción y movimiento están a buena altura. No menos que el apartado musical, sabiendo presentar bien y dar cercanía a todas la situaciones, a ritmo de instrumentos de corte jazz, que tanto pegan con una historia de gangsters o bandas callejeras. Los openings y endings me parecen muy buenos, especialmente el primer opening.

LO MEJOR:

-Ver como todas las piezas del puzzle (personajes y trama) van encajando poco a poco.

-La mezcla tan bien elaborada entre fantasía y realidad.

-Muchos de los personajes y el rol que ejercen: Particularmente me encantan Celty y Shizuo.

-El primer opening me parece muy bueno.

LO PEOR:

-El sabor agridulce de esperar un final algo más contundente.


NOTA FINAL: 7.  NOTABLE

Como resumen fiinal os diré que es una serie de las que yo catalogo como “puedes morirte sin haberla visto” (ya que a mí me ha dejado un sabor de indiferencia), aunque tampoco es una perdida de tiempo sentarte a verla, así que si os pica la curiosidad, adelante.